La Biblioteca Franco Serantini de Pisa

La Biblioteca comienza su andadura a finales de los años 70. Gracias al esfuerzo colectivo de sus miembros, el apoyo de amigos, colaboradores y usuarios, la biblioteca ha llegado a caracterizarse como un importante centro especializado en historia social y contemporánea, con una particular atención hacia los movimientos antiautoritarios, libertarios y anarquistas.
El primer núcleo bibliográfico es el material donado en 1976 por Gino Giannoti. Alrededor de 1500 libros y folletos impresos a partir de 1840, de interés no solo estrictamente político, también histórico, filosófico, económico y literario, capaz de ofrecer una panorámica de las lecturas y de la trayectoria cultural y política de un militante autodidacta de la primera mitad del siglo XX.
El deseo de mantener vivo el recuerdo del anarquista Franco Serantini, asesinado por la policía en una manifestación antifascista en 1972 da nombre a la biblioteca. En 1982 se dota de estatuto propio y abre sus puertas a los estudiosos y al diálogo con la población. El proyecto cultural tiende a construir un centro de adquisición de fondos, estimulando y apoyando la investigación histórica del movimiento obrero y socialista, con particular atención al mundo libertario, conjugado con un método crítico y científico de investigación historiográfica. Con los años crece un fondo de actualización, y una serie histórica, con ediciones del siglo XIX y de la primera mitad del XX, algunas significadas por su rareza. Continúan las adquisiciones, las más sustanciosas y significativas son las colecciones personales de estudiosos, aficionados a la materia y militantes, donados por el propietario o por sus herederos para garantizar la conservación unida y permitir su utilización pública. También conserva y gestiona donaciones de militantes o de organizaciones protagonistas de la escena extraparlamentaria italiana, de los años 60 y 70 que, evidentemente, valoran la biblioteca como un lugar seguro donde depositar con confianza el testimonio de la propia vida política y social.
Reciben desde San Francisco la biblioteca de Joseph Cono, anarquista de origen calabrés emigrado a Estados Unidos tras la
II Guerra Mundial, en ella se encuentran libros, revistas, documentos, fotografías y recuerdos de militantes anarquistas. Más de cincuenta cajas para conservar y utilizar de historia del anarquismo italo-americano.
También se encuentra el fondo bibliográfico de Pier Carlo Masini, el principal historiador italiano del anarquismo. Está compuesto por un millar de monografías y alrededor de 400 periódicos, en gran parte procedentes de la biblioteca Max Nettlau. El archivo privado de Masini contiene su epistolario personal (más de 700 corresponsales para el periodo 1945-1998), el material de preparación de sus investigaciones históricas y de su militancia política, documentos sobre la historia del movimiento obrero de 1870 a 1970 y el archivo de los Grupos Anarquistas de Acción Proletaria, GAAP.
La Serantini organiza congresos, seminarios y jornadas de estudio. Su editorial supera los 150 títulos en catálogo. Uno de los esfuerzos editoriales ha sido la publicación del Dizionario biografico degli anachi italiani, que ha implicado a un centenar de estudiosos durante casi tres años y tiene 2000 entradas .
Cuenta con el apoyo esencial tanto en el esfuerzo voluntario como en lo económico de la Asociación de Amigos de la BFS.
Está adherida a la Red de Institutos Históricos de la Resistencia y es miembro de la FIDEDL (Federación Internacional de Centros de Estudio y Documentación Libertaria).
Ha tenido que afrontar situaciones difíciles por la falta de una sede estable y adecuada, desde sus comienzos en la sede de la Federación Anarquista (Italiana) en Pisa.
El patrimonio en conjunto alcanza las 31.000 monografías (libros y folletos), 42.000 cabeceras de periódicos y números únicos de los que 170 siguen publicándose, 6.000 fotografías y postales ilustradas, 5.000 carteles, más de 50.000 panfletos, 120 fondos de archivo personales y de organizaciones, algunos centenares de grabaciones sonoras y fílmicas y, además, cuadros, relieves, litografías y testimonios materiales como adornos, banderas, estandartes, pancartas y similares.
Extracto del artículo publicado por Luigi Balsamini en el nº6 de Germinal. Revista de estudios libertarios.

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